Hay días que te levantas con el pie derecho y se te pone todo de cara. Claro que son los menos. Un día de esos se me ocurrió hacer una tarta con crema de naranja (orange curd). Hasta entonces había hecho diferentes curds (naranja, limón, jengibre, piña…) para diferentes elaboraciones (tartaletas, bombones, eclairs, tartas frías…) pero nunca antes la había horneado. No sabría decirte el por qué de semejante incompetencia.
Crema de naranja: 240g de azúcar, 24g de piel de naranja, 80g de zumo de naranja, 120g de mantequilla y 4 huevos grandes.
Masa quebrada: cómprala hecha en el super o prepárala con ayuda de Esther Chocolatísimo.
En una batidora de vaso pulveriza el azúcar y la piel de naranja. Si tienes thermomix o similar puedes usarla para hacer la crema de principio a fin con ella.
Luego añades 80g de zumo de naranja, 120g de mantequilla y 4 huevos. Bates bien y lo pasas a un cazo.
Luego añades 80g de zumo de naranja, 120g de mantequilla y 4 huevos. Bates bien y lo pasas a un cazo.
Pon el cazo a fuego medio-bajo. Remueve constantemente con unas varillas hasta que espese. Debe llegar a 80ºC. Si no tienes termómetro es más o menos cuando metes una cuchara y se queda cubierta la parte de atrás.
Estira la masa quebrada. Cubre con ella un molde desmontable de unos 25 cm. Me gusta ponerle un papel de hornear para que luego puedas moverla más fácilmente. Hornéala a 200ºC (horno precalentado) durante 45 minutos. Una vez la hayas sacado déjala en el molde hasta que esté tibia. En ese momento la desmoldas y la pones a enfriar totalmente en una rejilla.
– Esta tarta tiene un sabor muy potente a naranja. Para ello usamos zumo exprimido por nosotros y una buena cantidad de su cáscara. No lleva especias ni aromatizantes. Si te va el tema ponle un poquito de azafrán, pimienta de jamaica, agua de azahar, un chorrito de licor, etc.
– Por sí sola es fabulosa pero se lleva de maravilla con una quenelle de ganache o una bola de helado buenaco.